HOY

Como comentaba, el recibir ese mensaje, lejos de parecerme tremendista, me hizo saber, en parte, lo que siente la persona que tengo al lado.

Son simples formas de hablar que por supuesto no son literales, pero me ayudan a ver más allá.

Después de eso sabía que tenía que hablar con él. El egoísmo debe tener un límite si no quieres quedarte sola.

Me pasé el día de ayer entero cogiendo fuerzas, concienciándome de que lo haría.

"En cuanto llegue a casa lo llamo".

El día se me hizo eterno.

Salí de la oficina con prisas y al llegar a mi coche...

...allí estaba él.

No me lo esperaba y me puse tan nerviosa que no supe cómo reaccionar. Para esto no estaba concienciada.

Fue él quien tomó la iniciativa y me dio un abrazo.

Entonces no pude evitar llorar en su pecho.

Todas esas lágrimas que se empujaban y no salían, que me tenían encogido el corazón en estos días, decidieron salir de golpe mientras que no estaba sola.

Hemos pasado toda la noche hablando.

Por fin parece haber entendido que no es culpable en absoluto de mi situación y que no busco, ni mucho menos, evitarle.

Quizá si me hubiera comportado de otro modo podría haberle ahorrado a él mucho sufrimiento. Incluso a mí misma.

Hoy me siento mejor.

La terapia combinada de llanto, charla y tratamiento médico parece estar dando su fruto.

El simple hecho de ver que he subido un único escalón me ha liberado de gran parte de la angustia.