lunes, 15 de febrero de 2010

AUTOESTIMA

Una de mis mejores corazas es proyectar seguridad en mí misma.
Soy tan buena actriz que rara vez me descubren.
Esa es mi cara pública.
Pero en la intimidad no soy así. Me quito cualquier careta que pueda tener.
Parte de esa intimidad es mi vida en pareja.
Mi chico se extraña de que tanta seguridad fuera falsa y me "reprocha" que se lo hiciera creer cuando según él es una de las cosas que más le gustó de mí.
¿Y yo qué sabía?

domingo, 14 de febrero de 2010

CIUDADANOS

Me gusta el acento de los granadinos.

sábado, 13 de febrero de 2010

V/F

Hay verdades que al decirlas me siento como si mintiera.
Ayer quedó la gente de mi curro y yo no fui porque ya había quedado, pero me emparanoié con que iban a pensar que era una excusa y me sentía como si estuviera mintiendo.
Este es un ejemplo de algo poco importante, ahora mismo el único que recuerdo, pero es una sensación que se me repite de vez en cuando.
¿A ti también te pasa?

viernes, 12 de febrero de 2010

NO QUIERO HABLAR MUY ALTO

Es una frase tan repetida...
Pero ¿será verdad? ¿Realmente se puede gafar algo por decirlo? ¿por apreciarlo?

miércoles, 3 de febrero de 2010

EXPIACIÓN

Hace unos días vi la peli Expiación-Más allá de la pasión
Como soy tan catetilla no sabía lo que significaba la palabra "expiación" y cuando le pregunté a mi madre si ella lo sabía me respondió que sí con una sonrisilla, pero no me dijo lo que significa.
Así que entre la sonrisa y que no me lo dijo me quedé intrigada y sospechando que sería algo tirando a erótico.
¡Qué ilusa! ¡Y qué ignorante! porque nada más lejos de la verdad.
Lo busqué en Wikipedia.

lunes, 1 de febrero de 2010

BALANCE

Me apetece hacerlo ahora que ha pasado el primer mes de este año.
Efectivamente empecé el año supuestamente promocionando en el trabajo.
Y digo supuestamente porque ahora hago otro tipo de trabajo, pero mi sueldo sigue siendo el mismo.
Una maravilla ganar en responsabilidad y seguir igual en remuneración.
Además que la nueva tareita me está costando.
Desde que trabajo aquí no dejo de acordarme de lo supuestamente inteligente que soy, o al menos eso se me dijo en todos mis años de estudio, incluso cuando no los continué como eran las expectativas de mi entorno.
Aún hoy se me sigue diciendo que lo soy y que podría haber llegado a ser lo que hubiera querido.
Pero ahora más que nunca no lo creo así, porque en el trabajo me siento por detrás de los demás.
Además ahora estoy en las oficinas del cliente (por suerte en las de otro cliente) y me he dado cuenta de que lo bien que he estado este tiempo puede terminarse al tener varios supervisores y me temo que a uno de ellos no le gusto en absoluto.
Me siento como si cada día tuviera un examen.
Admito que todo esto hace mella en mi carácter y mi humor, y que últimamente ando bastante quisquillosa y alterable.
¿Quién paga eso? No hace falta que lo diga ¿verdad?
Puede que esté admitiendo que a mi lado tengo un santo varón que me aguanta carros y carretas como buenamente puede y mientras yo diciendo por ahí (por aquí) que hemos empezado mal el año, cuando la única que está mal soy yo.