miércoles, 10 de septiembre de 2008

ÉL

Desde aquel día no hemos vuelto a hablar.
A ratos pienso que me está dando tiempo, o que me pone a prueba o incluso que ha cerrado el capítulo.
Sólo lo pienso a ratos.
Se lo intenté explicar muchas veces. Me siento mal, hoy no puedo verte, ten un poco de paciencia, en cuanto tenga fuerzas estaré allí.
Es posible que me haya hecho caso o que se haya cansado de esperar.
Entiendo que es difícil su situación, en la distancia.
Se preocupa y no puede cuidarme, en parte porque yo no le dejo.
Sé que gran parte de lo que me ocurre es culpa mía.
Me obsesiono, no dejo de darle vueltas a mi malestar inexplicable y el sentirme mal me hace agobiarme tanto que no ayuda. La pescadilla que se muerde la cola.
Soy obsesiva de siempre.
Lo que menos me cuadra es que, por una vez, mi vida parecía estable. Sin motivos de hundimiento.
En cuanto a él, no me duele el que no esté a mi lado. Le echo de menos, por supuesto, no hay ni una sola noche que no sueñe con él y con que me toca como suele o solía hacerlo, pero al despertar siento la misma angustia de todos estos días.
Pero sé que una vez que esto pase mi mayor herida será si no le tengo conmigo.
No sé cuál es el motivo de mi estado, pero estoy segura de que él no tiene la culpa.
Mañana volveré a ir al médico.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

A veces uno tiene que dejarse caer del fondo todo para una vez allí tomar impulso y volver a salir a la superficie y con más fuerzas que nunca.

Ánimos.

cleira dijo...

Animo!!!!
Intenta no obsesinarte. "ÈL" quizás no es tu problema, busca en tí misma.
Besitos

Crisis. dijo...

Precioso el post de ayer...
Sólo espero que todo esto se calme, y que vuelvas a estar tranquila.
mucho ánimo guapa!
un beso

potsis dijo...

Ánimo.

Anónimo dijo...

anímate pronto, y busca una solución, siempre la hay
besitos