martes, 10 de julio de 2007

TE VAS Y TE PIERDO

Te siento cada vez más lejos de mí y no puedo soportarlo.
Todo lo que siempre me has dicho y he luchado por no creer, cada vez lo siento menos cierto.

No sabes lo que daría por creer esas palabras que me dijiste, y que ahora me vuelves a dejar caer. Pero en aquellos momentos no fuiste capaz de convencerme del todo.

Ahora tu situación ha cambiado, y algunos de tus comentarios me hieren profundamente, porque me hacen ver la realidad, esa que desde el principio está delante de mí, y a la que intento mirar sólo de reojo.

Pensar que quieres hacerme creer especial, igual que a todas. Que todas esas palabras tan dulces, que sólo he oído de tus labios, no significan nada para ti, que te salen solas, porque las usas habitualmente.

Que todos estos sentimientos tan puros que despiertas en mí, que nunca antes había conocido, no son más que fruto de lo mucho que sabes. Pareces estar dispuesto a decirme todo lo que necesito si con ello puedes conseguir lo que buscas de mí. No soy yo la única actriz en este teatro.

Intento con todas mis fuerzas apartarte de mi mente, sé que no me convienes, que no puedes darme lo que yo necesito, y no te culpo por ello, aunque no seas tan inocente a la hora de actuar, sin pensar en el daño que puedes hacerme, y que me estás haciendo ya.

Te fuiste de mi vida y estaba aprendiendo a olvidarte. Y ahora vuelves, no del mismo modo, pero me haces daño.
Te deseo mío, estar juntos sin pensar en los demás, pero eso no podrá ser.

Cuando pienso en qué harás, y qué les dirás a las otras no son celos lo que siento. Es un desgarro en el alma, una patada en mi amor propio. Todos los pensamientos que he tenido sobre ti y lo que he creído que podría llegar a ser en mis horas bajas, me hacen sentirme humillada.

Tú sólo interpretas un papel para encandilarme y yo a duras penas sigo recordando que no soy más que una marioneta en tu teatro.

Guarda tus palabras dulces, y las amargas también, déjalas para quien pueda soportarlas.

No hay comentarios: