Samuel es una persona con las emociones muy a flor de piel, lo vive todo muy intensantemente y cuando digo todo, es todo.
Si está contento es muy muy feliz y eso es genial, pero le pasa lo mismo con los sentimientos negativos, así que imaginaos.
A esto se suma su gran expresividad. No puede ocultar lo que siente. Ya no es que su cara sea el espejo de su alma, directamente es una ventana.
De este tema hemos hablado ya muchas veces y aún así, no es raro que al notar que algo no va bien y preguntarle lo niegue.
Ayer se dio una de esas situaciones.
Las primeras veces mi reacción era de hacerle mucho la pelota, por si era algo que yo había dicho o hecho que me "perdonara".
Últimamente no. Ahora si se enfada y no lo quiere reconocer entro en el juego de las malas caras.
Lo hago porque me sale bastante bien y al final soy yo a quien le doran la píldora.
Ayer llevé la situación un paso más allá.
Mi punto débil son los dolores de cabeza. Es frecuente que me vengan jaquecas y por cualquier sobresalto las tengo ahí. Son compañeras inseparables.
Pues le dije incluso que me dolía la cabeza.
Mentí.
Creo que no hice del todo bien, pero, de momento, no tengo ningún tipo de remordimientos.
Si está contento es muy muy feliz y eso es genial, pero le pasa lo mismo con los sentimientos negativos, así que imaginaos.
A esto se suma su gran expresividad. No puede ocultar lo que siente. Ya no es que su cara sea el espejo de su alma, directamente es una ventana.
De este tema hemos hablado ya muchas veces y aún así, no es raro que al notar que algo no va bien y preguntarle lo niegue.
Ayer se dio una de esas situaciones.
Las primeras veces mi reacción era de hacerle mucho la pelota, por si era algo que yo había dicho o hecho que me "perdonara".
Últimamente no. Ahora si se enfada y no lo quiere reconocer entro en el juego de las malas caras.
Lo hago porque me sale bastante bien y al final soy yo a quien le doran la píldora.
Ayer llevé la situación un paso más allá.
Mi punto débil son los dolores de cabeza. Es frecuente que me vengan jaquecas y por cualquier sobresalto las tengo ahí. Son compañeras inseparables.
Pues le dije incluso que me dolía la cabeza.
Mentí.
Creo que no hice del todo bien, pero, de momento, no tengo ningún tipo de remordimientos.
4 comentarios:
Yo soy un poco como Samuel tambien... y para mi, es algo inevitable, lo que pasa es que intento controlarme porque se que, a veces, exagero demasiado...
No creo que tengas que sentirte culpable, la verdad... Hay veces que los enfados se exageran y es mejor cortarlos de raiz.
Un besazooo
Deberías intentar que te cuente, de cualquier forma posible, el por qué de su enfado. Debes hacer que te cuente. Y no hacerle sentir culpable por estar enfadado.
Sí claro, al final siempre se lo saco, pero tengo que hacer uso de malas artes para que cante.
paciencia.. a la gente que es muy visceral, hay que tratarla con mimo.. pero que tampoco se te suba a la chepa!!
Publicar un comentario