Cuando Samuel está trabajando, siempre antes de acostarme le mando un mensajito.
Siempre a lo largo de la noche él me contesta.
Unas veces lo oigo cuando llega, otras veces no.
Pero siempre, en algún momento de la noche, me despierto y lo leo.
Por la mañana recuerdo sus palabras como un sueño.
He leído cosas que me gustan tanto que creo haberlas soñado.
Y cuando arranco el día, cojo mi móvil y leo el último mensaje, y allí están todas esas palabras, que además de ser sueño, son realidad.
9 comentarios:
Vaya...qué bonito lo que escribes!! Me estoy aficcionando a los blogs poco a poco. Es increíble lo que puedes transmitir y sentir al leerlos. Un beso y sigue escribiendo así de bonito
Hola guapa!
Es de lo mejor que me ha traido mi movil. Ahora no que estoy sin pareja, pero no hace mucho empezaba el día con un mensaje y con una respuesta. La verdad es que esas pequeñas palabras me ayudaban a empezar el día. Y lo inquieto que me ponia cuando se retrasaba o no llegaba.
Disfrutalo es muy bonito.
Un besico, muac!
mmmm, a mi también me ha pasado, de recibir mensajitos estando dormida o semidormida, leerlos y volverme a quedar frita...
mmmm
y más mmmm
besitos!!
Qué bonito.. me ha parecido precioso.... de verdad.
Que bonito chica...
Me alegro mucho
Un beso grande
No voy a ser más original que los demás que han comentado hasta ahora ... pero es que creo que para comentar este post no se puede empezar de otra manera que diciendo ....
¡¡Qué bonito te ha quedado, tía!!
No sé si Samuel lee este blog o no, pero por lo menos esta entrada deberías hacer que la leyera. Seguro que le encantaría.
Besotes. Pasad un buen fin de semana.
Es precioso... el romanticismo y las palabras bonitas nunca deben faltar en una relación... Gracias por tus palabras en mi blog!!!
Muy bonito todo, es que dan ganas de que te (me) despierte un mensaje de amor, y no uno de publicidad de orange.
Guapísima, tienes una cosita en mi blog!! Un beso!!
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