sábado, 9 de febrero de 2008

QUEMÁ QUEMAÍSIMA

Odio mi trabajo, de verdad, me tiene muy harta.
Nunca ha sido un gran trabajo, pero al principio estaba muy ilusionada, pero cuando tras 4 años ves que no has avanzado nada y que no hay posibilidad de hacerlo, hace que te hundas un poco.
Últimamente el tema estaba no muy mal, porque al menos me consolaba el saber que vería al niño, pero desde que se fue... esto no ha hecho más que empeorar.
Se incorporó a su nuevo trabajo el día 1 y a mí me ha tocado pringar el fin de semana pasado enterito, así que ayer fue la primera vez que nos vimos desde entonces.
A parte estoy empezando a tener algunos roces con compañeros, mezcla de lo harta que estoy y de la cara que tiene la gente.
Hay uno que sieeeeeeempre llega tarde. Su trabajo y el mío son paralelos, me refiero a que no porque él no esté tengo yo que hacer su trabajo, pero igualmente me hierve la sangre su conducta.
Detalles de este tipo tengo varios, que me guardo para no parecer o dejar claro que soy una quisquillosa.
El colmo ha sido cuando uno de ellos me ha pedido que le cambie el puente. A esta que está aquí le tocó pringar los dos últimos puentes, y nadie dijo ni pío. Nadie pensó en que 2 fiestas seguidas para una persona no es justo y ahora me vienes con que pringue un tercero? De eso nada.
Dice que ha hecho planes con su pareja y que, total, si yo no voy a salir de viaje qué más me da.
Pero vamos a ver, si sabes que es muy posible que no libres en fiesta, debería ser lo primero que mirar antes de planear nada.
Y la única persona que podría hacerle el cambio soy yo, pero le dije que no.
Y soy tan tonta que, aunque me parece fatal que me haya puesto en esa tesitura, no hago más que darle vueltas al tema pensando en que soy una egoísta y si se habrá molestado, si he hecho bien...
Vamos que me siento hasta culpable por el hecho de no salir de la ciudad.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Te entiendo perfectamente.
En el trabajo que acabo de dejar, había un compañero (aunque no merece ese calificativo) que me pasaba lo mismo con él.
Cuando a todos nos caía el sudor por todo el cuerpo, él se buscaba otra cosa que hacer en la que no tuviera que hacer ningún tipo de esfuerzo, ni siquiera intelectual (eso sería imposible...).
Llegué a tenerle algo parecido al odio, pero después me invadía un sentimiento de culpabilidad horrible.
Pero de todo se aprende, aunque sea poco

teatrera dijo...

Si el tema es que nos llevamos estupendamente.
Si no fuera así no tendría ningún remordimiento.

Mónica dijo...

Haz lo que tú sientas, no creo que eso sea un error...

Yo tengo un compañero que llega tarde todos los días y me saca de quicio, pero yo no puedo hacer nada...

besito niña

Félix Amador dijo...

Te veo al borde. ¿De verdad necesitas 'aplausos'? Mírate al espejo y sonríete tú misma.

la vida no está ahí fuera.

Anónimo dijo...

Has hecho muy bien en no cambiarle el puente, porque ha sido bastante egoísta y narices, es que es lo que tú dices... antes de hacer planes, que se hubiera asegurado.
Es que estas cosas me pasan a mí también, y me entran unos cabreos...
Besos!!

Anónimo dijo...

Te recomiendo que te mantengas en tus trece porque sino piensas tú en tí misma nadie lo hará. Ya ves, a mi se me caería la cara de verguenza en pedirle el puente a alguien que ha pringado dos seguidos, vaya cara....

Bicoss y suerteee