sábado, 20 de agosto de 2011

HERMANO

Cuando mi hermano empezó su relación de pareja ella y yo nos llevamos bien durante bastante tiempo.
Pero a raíz de un problema que tuvimos las dos empecé a verla con otros ojos y se fueron sucediendo pequeños desencuentros. Cambió todo hasta el punto que empecé a temer por mi amistad con mi hermano.
Haciendo un esfuerzo poco a poco he conseguido normalizar un poco las cosas, tragando más de lo que suelo y todo por él.
Ahora ella ha decidido abandonarlo dejándolo destrozado y en una situación que es más complicada de lo que pueda parecer.
He estado una semana sin tener contacto alguno con mi pareja, sin estar segura de si volveríamos a hablar o si todo había acabado.
Ninguno de esos días he sentido un nudo en el estómago, el vacío ni la impotencia que siento ahora.
No creí poder sentir así el dolor ajeno.

3 comentarios:

Eris dijo...

a mi a veces me pasa, pero cuando el dolor es nuestro vemos entre las sombras algo de luz, cuando el dolor es ajeno a veces solo nos dejan ver las sombras y hace que nos duela más.

ánimo,a ti y a tu hermano. besitos

Aurora dijo...

El dolor ajeno duele más, porque es más difícil poder arreglarlo, yo me siento impotente y todo lo que haga me parece poco. suerte

potsis dijo...

Cuando quieres a alguien su dolor también es tuyo, ahí no hay, ni por asomo, dolor ajeno.

Suerte y ánimo.