sábado, 13 de noviembre de 2010

SÁBADO

Tengo una extraña sensación.
Una vez más es sábado y no tengo planes porque con quien debería estar tiene que trabajar.
Mañana organizan una historia aquí en la ciudad a la que me gustaría ir, pero no tengo con quien, porque mi pareja tiene que trabajar.
Rectifico, no es que no tenga con quien ir, es que querría ir con él hasta el punto de que no me apetece ir con nadie más.
Lo peor de esto último es que no sé cómo hemos tenido una pelea a cuenta del evento. Al parecer yo no muestro interés en que me acompañe ¿acaso importa?
No sé cómo serán otras relaciones, pero la nuestra tiene altibajos bestiales, no son frecuentes, pero...
Se va acercando el momento en el que viviremos juntos y cuando pasan estas cosillas realmente me planteo si nos irá bien la convivencia.
A la vuelta de las vacaciones tuve una racha bastante extraña.
Podría ser por la vuelta al trabajo y el famoso síndrome o podría ser porque las vacaciones no fueron lo que yo esperaba y aunque no quiero reconocerlo, en mi interior sé que le culpo.
De cualquier manera por primera vez en mi relación mi apetito sexual era totalmente nulo.
Realmente pensaba que esa pérdida de la pasión de la que todos hablan me había llegado.
Como es lógico esto afectaba a la pareja a más niveles.
Pero después todo volvió a la normalidad, incluso podría decir que estábamos en nuestro mejor momento e inecvitablemente ha afectado a más niveles ;-)
Pero de repente me entero de algo a lo que me gustaría que fuéramos y no se puede, y al parecer tengo que suplicar que me acompañe. Como si no fuera suficiente el saber que continuamente hay planes que no son posibles.
A veces me siento en un examen continuo, como si tuviera que estar demostrando mis sentimientos.
Aprovecharé que mis ánimos están regular para empezar a ver una serie tipo Diario de Bridget Jones que me han recomendado.
DIARIO DE UNA DOCTORA

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