Aguanto, aguanto, aguanto...
Y de repente algo tan tonto como darme cuenta de que se me ha pasado el plazo para entregar un volante médico hace que me entre una mala leche tal que no sé ni cómo describirla.
¿He dicho que estoy de mala leche?
Mi vida real es como estar actuando. Aquí escribo lo que ocurre cuando se baja el telón.
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