La última semana de febrero ha traído tiempo primaveral y siento que ha repercutido positivamente en mi estado de ánimo.
Tras una semana regular tirando a mal en el trabajo y peor aún haber llorado una muerte que por suerte no se ha producido, mi fin de semana ha sido de los que hacía tiempo que echaba de menos y hoy me siento mucho más cerca de mi chico.
3 comentarios:
Tienes que ahondar en esa muerte llorada inutilmente. Pura ciriosidad malsana, lo sé.
El sol a mí también me viene bien!
Y cuéntanos eso de la muerte llorada inúltimente...es una metáfora?
Besos
Aunque creo que nadie acostumbra a leer las respuestas a los comentarios, aclaro que en absoluto era una metáfora.
Es tan simple como que una persona cercana ha estado muy enferma y pensaba que había llegado su final.
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