Desde que empecé en el trabajo que tengo ahora sabía que andaba cerca la amiga de una amiga.
Hemos estado siempre en el mismo edificio pero sin tener mucho trato.
Desde el primer día me cayó bien, porque le notaba simpatía hacia mí sólo por la amiga común y eso viniendo de una de esas personas que sueltan a la cara lo que les viene en gana es una suerte.
Esta misma faceta de su carácter es algo que no suelo soportar en la gente, pero ya digo que me cae bien porque conmigo ha sido siempre agradable.
En este tiempo hemos tenido poco trato por las circunstancias.
En el trabajo se nos hacía difícil coincidir, pero es verdad que los ratos compartidos la he sentido como una amiga, aún sin que sepamos mucho la una de la otra.
Siempre he tenido en mente el llevar nuestra relación más allá y vernos fuera, pero... realmente no sé por qué no fue así.
Todo esto lo cuento porque hoy ha sido su último día en mi ciudad y me invade una extraña melancolía.
Siento que voy a echar de menos a una persona que parece haber estado en mi vida sólo de refilón, pero mi corazón no lo siente así.
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