Con la moda de las redes sociales está una prácticamente al día de la vida de gente que había desaparecido. Así que como me enteré de que ella se casaba y creía tenerlo en el olvido hasta que este fin de semana he soñado con su boda.
¿Se casaría el sábado?
Tania era mi amiga inseparable durante la adolescencia y algo después de ella, pero ahora nada. Ni siquiera me gusta verla.
Hace 10 años que dejamos de ser amigas y desde entonces casi siempre que he vueto a verla no hemos hablado, y cuando lo hemos hecho, me he sentido tremendamente incómoda.
No nos peleamos, eso tendría una explicación. Simplemente dejamos de ser amigas, prácticamente de la noche a la mañana. Aunque después de eso hubo algunos intentos de seguir con la normalidad, ya se notaba que habíamos terminado.
De todas mis amigas de aquella época es con la única que no he intentado retomar el contacto y también la única a la que no me gusta ver. De hecho no quiero verla.
Después de tantos años se me sigue haciendo raro que con todo lo que compartimos, seamos unas desconocidas.
Una vez leí en la revista Pshycologies que es muy normal cuando termina la amistad entre dos mujeres, que se viva como una ruptura sentimental... en este caso no puede ser más cierto.
Dejé de salir con la gente que teníamos en común porque no quería verla. La relación con su familia se volvió tensa.
Y estuve triste, muy triste. De hecho confieso que no he vuelto a tener una amiga así.
Aunque la mayor parte de mi vida ha pasado sin una amistad tan estrecha, echo mucho de menos ese tipo de amistad y sinceramente, no creo que vuelva a tenerla.