Cuando mi hermano empezó su relación de pareja ella y yo nos llevamos bien durante bastante tiempo.
Pero a raíz de un problema que tuvimos las dos empecé a verla con otros ojos y se fueron sucediendo pequeños desencuentros. Cambió todo hasta el punto que empecé a temer por mi amistad con mi hermano.
Haciendo un esfuerzo poco a poco he conseguido normalizar un poco las cosas, tragando más de lo que suelo y todo por él.
Ahora ella ha decidido abandonarlo dejándolo destrozado y en una situación que es más complicada de lo que pueda parecer.
He estado una semana sin tener contacto alguno con mi pareja, sin estar segura de si volveríamos a hablar o si todo había acabado.
Ninguno de esos días he sentido un nudo en el estómago, el vacío ni la impotencia que siento ahora.
No creí poder sentir así el dolor ajeno.